Cada amanecer, en el confinamiento, el canto de unos pájaros volaba hasta mi ventana.
Hoy, el amable concierto, ha sido sustituido por el estruendo de los motores de un avión. Ya están liberando de sus jaulas a estos pájaros con alas de metal.
Pensaba en lo bueno que trajo el confinamiento y cuánto será sustituido por la «vieja normalidad»
Y encuentro en uno de mis posts, un comentario de Raquel que aplaude el contenido “humano” en la red de LinkedIN:
«Ignacio, no te conozco pero me has hecho reír y pensar a partes iguales. 1° reír porque tengo hijos y no han dejado de sorprenderme en este confinamiento y 2º pensar porqué nos complicamos tanto con los años. Discrepo con algún comentario que te han puesto, esto no es para fb es para la vida y estas vivencias como madre me han ayudado infinito en mi labor de lider o jefe (depende del día, unos lo hago bien y soy líder y otros fatal y actúo de jefe, que tb soy humana y me equivoco). Esta noche de cena en mi casa voy a poner san jacobos, jajaja. Y mañana a mi equipo de trabajo le voy a preguntar uno por uno desde su telesecuestro qué esperan encontrar en la oficina cuando vuelvan, espero que me sorprendan en el corazón igual que lo han hecho tus hijas. Mi equipo es mi familia tb. Gracias por compartir»
Disfruta del día