He leído en prensa que la OCDE reclama cuidadores bien pagados y formados para dignificar las residencias de ancianos tras la masacre de COVID-19.
Y he pensado que vulnerar la dignidad de una persona me parece la acción más perversa y execrable que existe. De cuidadores, ancianos, y en definitiva, de cualquier ser humano.
Porque seguramente, la dignidad constituye, de los tesoros del alma, el más valioso. El primero que todos debiéramos preservar y cuidar, en nosotros mismos y en los demás.
Y hacerlo hasta exhalar nuestro último hálito. Sin excusas y sin atender a contextos, ni situaciones excepcionales sobrevenidas.
Y el que tenga dudas que lea “El hombre en busca de sentido” de aquel superviviente del Holocausto que fue, Viktor Frankl
Vulnerar la dignidad de cualquier persona, constituye el delito de los delitos, por su naturaleza inmoral.
Es el “Delito” por antonomasia. Y cuando soy testigo de esa violación, siento mucha rabia y ganas de llorar.
El significado de la palabra «Dignidad»
A ver cuando leemos en prensa, que alguna organización internacional reclama la necesidad de que algunos gobernantes sepan dignificar su profesión.
Solo desde ahí, aprenderán a respetar el significado de la palabra “DIGNIDAD”.
Que en paz descansen todos nuestros queridos mayores fallecidos estos meses.❤️