El Mejor Regalo
Me preguntó mi mujer a bocajarro delante de mis hijas el sábado por la mañana durante la comida. Al momento renació en mi recuerdo la emoción que sentí al descubrir un “Geyperman” con traje de buceo, junto al zapatito del niño que cumplía seis años ese mismo día.
No sé que le pasó a mi voz que se quebró de repente y no salían palabras, solo lágrimas inundadas de melancolía (cosas de mi sensibilidad…supongo ?).
Por la noche, disfrutamos con amigos en el teatro y después fuimos a picar algo. Hablamos entonces de nuestras vidas privilegiadas y del sacrificio y esfuerzo que supone querer crecer personal y profesionalmente. Que la suerte se encuentra casi siempre cuando se trabaja duro y que nada es casualidad. También coincidimos en la importancia de cuidar de la FAMILIA como eje vertebrador de sentido y de que si levantásemos los tejados de las casas nos llevaríamos las manos al corazón porque veríamos demasiada tristeza.
Y el domingo nuestra hija Carmen nos regaló en casa una canción preciosa que había compuesto y todos nos conmovimos porque al cantarla, nos enseñó parte de su alma. Gracias hija. Y luego el sol se puso como cada noche para despertar en la mañana:
Disfruta del día.