Se llamaba Marisa y falleció víctima de un cáncer a una edad temprana un día como hoy. A mí me cambió la vida. Gracias a aquel episodio aprendí a crecer personal y profesionalmente. También reconozco que descubrí la felicidad y el amor con efecto retroactivo. Gracias Mamá por todo lo que me has dado.
Hoy como homenaje a mi madre querida, te acompaño este texto que escribí y fue publicado en la prensa española. Espero que te guste y te permita conocer un poco más sobre mi persona y mi amor hacia el ser humano.
Coaching, una cuestión de amor
Disfruta de la vida.