Estoy despojándome ahora del hábito de mirar el teléfono nada más despertar y he decidido, hace pocos días, esperar unos momentos, minutos al menos, para tomar conciencia de mi despertar, que es un momento muy especial del día… … poco a poco … no son más que hábitos adquiridos… poco a poco…
Así también apaciguo el ruido. Ese lugar al que siempre tenemos la opción de volver. Me lo decía una amiga y hoy te lo comparto yo a ti.
Te acompaño este lugar precioso y silencioso que visito en mis paseos matutinos casi a diario. Yo lo llamo “El puente de madera”.
Disfruta del fin de semana.