Esta mañana he tenido una conversación muy interesante sobre éxito y fracaso. Y al terminar, he evocado una pregunta recurrente que me suelen hacer:
“¿Qué falta en las empresas contemporáneas?”
Pienso que lo que falta ahora no es distinto a lo que ha faltado siempre. Es un ingrediente que requeriría de una mayor presencia en el mundo del trabajo y en la Humanidad entera.
Se llama “Amor”. ❤️
A muchas personas les da apuro hablar de Amor en una red “profesional” Seguramente piensan que es una cursilada o lo que sea.
Tengo la impresión de que una de las mayores dificultades que encontramos los seres humanos para vivirnos con más liviandad, es que no sabemos amar.
Nos cuesta mucho amar en general. Y pienso que mucho de este déficit tiene que ver con nuestra incapacidad para amarnos a nosotros mismos.
Debiéramos aprender a amarnos. Enamorarnos de este aprendizaje sería definitivo.