¡Hola! Buenos días, ¿cómo estás? Hasta aquí he llegado en mi paseo matutino, hasta este sitio que te suelo traer a veces, que es una delicia, mira cómo está. ¡Qué lujo! ¿Verdad? Y mira hoy quería hablar contigo de algo que es muy recurrente para mi también que es hablar del propósito en la vida, yo lo pienso sin parar. Ya sabes que es importantísimo en la vida tener un propósito, no se si hay mucho viento, no se si se escucha bien, en la vida es importantísimo tener al menos un propósito, o el propósito. Si no se tiene un propósito… Bueno, yo digo que hay que tener un propósito y luego mini-propósitos, que eso cada uno tendrá los suyos, a veces son irrelevantes para los demás pero para los otros son importantes.
Pero yo digo que si alguien no encuentra el propósito o su gran propósito, yo le quiero regalar uno que lo piense bien, que a mi me ha servido en muchos momentos de tristeza o de pérdida un poco de ilusión por seguir adelante en algunos momentos de mi vida. Yo creo que el gran propósito, que creo que es común a todos los seres humanos, más allá de que lo acepten como tal o no, yo creo que en esto, creo que lo podría confirmar, para mi es el aprendizaje, yo creo que la vida… Mira que bonito, aquí se ven unos pántalos preciosos. Digo que en la vida quizás el aprendizaje es el propósito, el gran propósito. Consciente o inconsciente. Yo tengo la impresión de que aquí estamos como conformando puzzles todo el día, consciente o inconscientemente, individual y colectivamente, el aprendizaje, aprender a aprender que yo digo tantas veces. Yo creo que esa es la clave.
Hay veces que a alguien que le he comentado esto se queja y dice, ya pero yo he perdido a un ser querido a una edad muy temprana, esto es injusto, fíjate y yo digo, pues fíjate, creo que hasta esa persona, que ahora no está entre nosotros, aprendió todo lo que tenía que aprender y permitió que los que estuvimos con ella, aprendiéramos todo lo que teníamos que aprender. Yo creo que el universo se encarga del azar, de poner, de juntar las cosas cuando tienen que ser, en el tiempo y durante el tiempo que es necesario, sin entrar en ideas que vayan más allá. Nunca mejor dicho.
Más allá, en creencias de seres superiores y todo eso. Ya sabéis que yo siempre digo que me siento criatura desde luego de algo. Y nada más, bueno, quizás una reflexión un tanto existencial, espiritual, llámalo como quieras. Aprender a aprender. Tener un propósito en la vida. Chao! Cuídate. Bueno, mira qué bonito, eh, ¿si? El paraíso. Muchos abrazos. Chao! Otra vez, un beso. Chao! Adiós.