Volar con nuestros ojos

Volar con nuestros ojos

Suele ir bien en este vuelo en el tiempo, llevar en la mochila, una banderita blanca de la paz. Nos ayuda a ponernos en una emoción templada que agiganta las perspectivas y nos empodera a la hora de observar nuestras historias vividas.

A mí me suele gustar hablar con el niño que yo fui. Con el tiempo nos hemos ido conociendo. Hay un aprecio mutuo.

Nos preguntamos muchas cosas y juntos encontramos casi siempre respuestas interesantes. Y cuando no las hallamos, aceptamos que en la vida no podemos pretender comprenderlo todo. Bueno, esto se lo digo yo siempre a él.

Un día viajé por primera vez hasta cuando tenía unos ocho años. Miré a los ojos a aquel niño bueno que yo era y le dije:

“Hola Ignacio soy yo. Solo quería que me conocieras y vieras en lo que te has convertido y decirte que te quiero mucho”.

Luego nos abrazamos y lloramos juntos. Lo necesitábamos. Y así permanecimos un rato consolándonos.

Después, los dos sentimos mucho alivio, paz y serenidad.

Disfruta del día

Si quieres estar al tanto de mis reflexiones, sígueme en estas redes:

Te puede interesar

Hoy hace diez años que mi madre falleció víctima del cáncer con 63 años. Durante mucho tiempo he tenido el privilegio de poder
Hoy solo un mensaje breve para dar las GRACIAS a todas las personas que habéis podido venir a vernos al emblemático teatro 8 de
Ayer acudí como cada mañana a la cita puntual con mis plantas de tomates, pimientos, hierba buena y albahaca. Como cada día, las riego
Ayer bajé a la playa a darme un baño. El agua del mar restaura mi ánimo siempre que está alicaído. Y si está en
Hoy en mi paseo matutino continúo con una reflexión sobre el juego y lo importante que es divertirse, también a edades adultas. Y como

¿Tienes una pregunta?

Si tienes interés en conocer mi opinión respecto de alguna pregunta de
ámbito profesional o personal que quieras hacerme, te ofrezco mi tiempo y
mi persona. Y desde luego, una respuesta, si la tengo.