Me cuenta una persona a quien quiero mucho que siendo adolescente cada vez que cumplía años, su padre (un hombre ejemplar) le espetaba con humor, “a tu edad Mozart ya había creado «x» composiciones musicales”.? El joven sonreía con la mirada baja y luego se achicaba en su soledad y desamparo interior. Sabía que su padre (un hombre muy bueno) decía aquello bromeando y también para seguramente, impulsar la ambición de su hijo por el éxito en la vida. Pero en el muchacho nacía una duda sobre su propia valía, haciendo mella en su estima.
Evoco yo con la mirada de un hombre adulto la frase «líbrame señor de las buenas intenciones…» También que las bromas y el humor irónico que se lanza a los niños o jóvenes puede ser una ingenua torpeza. Desconoce el adulto que los niños sienten de manera absoluta y casi nunca entienden el doble sentido que el mayor saca a presumir.
Cuántas cosas debiéramos aprender antes de tener hijos ¿verdad?. Yo mismo cometo la misma torpeza que el padre de mi amigo, demasiadas veces. Quizás escriba esto para no cometerla más. Ojalá te sirva de algo esta historia que hoy te comparto.
Por cierto, mi amigo y su padre son maravillosas personas y se quieren mucho.
Disfruta del día