Algunos momentos de «Decirte que te quiero»
Lo que me saldría cerrando los ojos y mirando a mi corazón, debiéramos de aprender todos a amarnos.
Vivimos en un momento en que la humanidad a mi juicio, ha dado dolorosamente la espalda a la vida interior. Tuve el pensamiento, de que yo nunca antes le había dicho a mi madre que le quería.
El crecimiento personal tiene que ver con eso, con la vida interior.
Le miré a los ojos y le dije: mamá, quiero decirte que te quiero mucho, mucho. Ay qué congoja, es que soy un poco nudista intelectual de mis sentimientos, no me importa mucho.
Aprender a tener las herramientas a dotarse de ellas y a conocer cómo se usan las que tenemos, para vivirnos en un grado de bienestar mucho mayor, creo que esa es la clave del crecimiento personal.
Para mí esa declaración fue además una despedida, fue literalmente lo último.
Las grandes compañías tenéis la obligación de hacer un mundo mejor, si no queréis eso, no os interesa ese objetivo, igual os interesa el objetivo de ganar más dinero, entonces haciendo lo mismo llegamos a los dos.
Yo quiero que veáis una cosa, que penséis en alguien que queréis mucho, un amigo, un hijo. Coged el teléfono, ¡sin miedo, no pasa nada!. Siempre en las charlas todo el mundo quiere estar con el teléfono y cuando eso, nadie quiere estar.
[risas]
Pero fundamentalmente, para mí la clave de este manejo, de este robot, de este manual de instrucciones, es eso, el conciliar la parte emocional con la parte racional.
¿Cuándo os habéis mandado ya el mensaje?
Cuando los líderes consiguen aunar bien la parte racional, con la emocional eso es una bomba, el ser humano se despliega con una potencialidad que no tiene nada que ver.
¿Quiénes habéis recibido mensaje? ¿De verdad? Qué bueno…
Si yo me encuentro bien, no voy a impactar en mi familia y así se cambia el mundo, no? porque esa gente va a estar mejor.
Los mensajes enviados del público
Le he mandado un mensaje que dice: te quiero mucho hijo.
Se lo he mandado a mi mujer y me dice: estas fatal ¿a qué hora vienes?
Y me dice: ¿qué? Y le digo: eso que te quiero mucho, ah me habías asustado.
Las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran.
Yo no tengo ningún pudor en mostrar muchas veces estos secretos de mi alma o de mi vida, porque entiendo, que desde esos secretos compartidos, los demás nos catapultamos a compartir los nuestros y así se hace un mundo mejor, solo la humanidad se cambia así.
Testimonios de algunos asistentes
Es esa alma de poeta que ha dicho en la introducción.
He descubierto una gran persona.
Que hayamos compartido entre gente que no nos conocemos de nada, que hayamos sido capaces de compartir en voz alta.
A partir un momento que hay interacción, hay comunicación de verdad.
Yo creo que la palabra es emocionante.
Pero vamos, es un verdadero regalo lo que hace día a día en LinkedIn y en estas ponencias, más brutal aún.
Disfruta del día.