En aquel paraje plantamos un árbol. Fue toda una ceremonia en familia. Algunos nietos aplaudían, otros corrían, y algunos hasta colaboraban en la operación tratando de sostener aquella pala de tamaño profesional 😂Hicimos muchas bromas, la verdad.
Quisimos plantar el amarbito para poder acudir allí siempre y recordar lo felices que fuimos y aún seguimos siendo. La felicidad con efecto retroactivo, de la que suelo hablar. Un recuerdo memorable.
Bueno y cambio de tema que cuando veo esta foto, me emociono 😅
Ayer fue uno de esos días especiales en los que me sentí muy afortunado por la vida que tengo.
Cuando amanecí en la isla maravillosa a la que hemos venido a perdernos unos días en familia, miré por la ventana y ¡ohhhh desilusión! 😂. Llovía como en una película americana de tornados y huracanes o en una peli de un día cualquiera de invierno en Bilbao o Vitoria. ¡Un sin vivir 🙈!😂
El plan de tomar el sol en la playa quedó descartado. Sin embargo, recordé mis veraneos de infancia en el Cantábrico. A la playa se bajaba sí o sí, independientemente del tiempo que hiciera. La lluvia, solo era lluvia. Y al niño que yo era, eso no le suponía un problema para disfrutar.
Bueno, el caso es que nos animamos a dar un paseo de dos horas por la orilla maravilloso, ¡contra viento y marea!¡Quién dijo miedo!
Y por la tarde mi mujer y yo, arrastramos a nuestras hijas hasta un museo espectacular de Dalí, que hay en Saint Petersburg, un pueblo cercano a nuestra sitio. Lo pasamos de maravilla. Rematamos la jornada con un helado inolvidable, de esos que saben a infancia.
Y vuelvo a mi padre que me escribe ahora un mensaje. Le acabo de enviar algunas fotos de mis hijas del día de ayer. Me dice que se les ve “felices” “y qué sigáis disfrutando”.
Mi padre siempre te anima a disfrutar. Pues eso, que sigamos todos aprendiendo a disfrutar de la vida.
Pasad un gran día 🙏😀
Hoy hace diez años que mi madre falleció víctima del cáncer con 63 años. Durante mucho tiempo he tenido el privilegio de poder