Cuando mi madre (se llamaba Marisa) se moría, le escribía poemas en el tren que me llevaba de Vitoria al hospital de Madrid en el que estaba ingresada.
Descubrí entonces que yo era un poeta. Y leí a mi madre algunos de esos versos.
Quiero hoy dar un abrazo grande a todos los amantes del arte. Y añado otro extra a mis compañeros y directores de teatro de la obra “La que se va a armar”, que estrenaremos en el 2021 en USA.
Gracias compañeras Nuria, Queca, Laura, Isa y Ernesto y por supuesto a la paciencia de nuestros maravillosos directores Carolina Laursen y David Chocarro.
Gracias, gracias a todos en este día de Acción de Gracias