Este fin de semana, mi mujer y yo hemos hecho una escapadita juntos y sin niñas. Nos hemos venido de novios a un lugar muy bonito al Oeste de Florida, en el Golfo de México.
Mi madre decía que era fundamental en el matrimonio buscar momentos de intimidad con tu pareja, sin hijos, ni amigos o familia. ¡Una sabia de lo vida!
Bueno, pues mi contraria y yo, llevamos juntos más de treinta años, (aquí nos dicen high school sweethearts) y no puedo estar más de acuerdo con aquel consejo de mi madre.
Yo digo que estos espacios son píldoras de “Amor”. Y nos gustan especialmente porque permiten que podamos conversar sobre nosotros como pareja, como familia, e incluso de nuestra individualidad (nos entregamos y recibimos juicios de todo tipo con generosidad recíproca)
Y sobre todo, crecemos y nos reímos muchísimo, nos chinchamos, hacemos bromas y por supuesto nos amamos.
En esta escapada hemos decidido además, dejar a nuestras hijas en sus manos, la responsabilidad total de organizarse la comida. Para que aprendan y valoren un poquito, la gozada que es sentarse cada día a mesa puesta 😂
Estamos tan a gusto que hemos extendido un día nuestra estancia. Y lo mejor de todo, nuestras chicas creen que es broma 😂. ¡Vivan los novios!