Hola, ¿cómo estás? Aquí estoy, caminando por la vida un día más en mi paseo matutino y venía con ganas de compartir contigo un pensamiento en voz alta, que tiene que ver con tema super recurrente que está todavía hoy a la orden del día, que es la famosa y consabida zona de confort.
Yo me rio porque cada vez que lo escucho digo ¡no, otra vez! Y aquí estoy yo hablando de la zona de confort. Pero es que lo hablaba con una persona que está harta de escuchar consignas sobre la importancia que tiene para los seres humanos estar constantemente tratando de salir de nuestra zona de confort. Como dice mi amigo Nacho, me lo dijo una vez e hice un video sobre esto, pero lo quiero volver a traer aquí porque me pareció sublime que dijo: “¿cómo salir de la zona de confort?” Extenderla. La zona de confort hay que extenderla.
Y yo no puedo estar más de acuerdo con él porque primero: yo creo que todos los seres humanos estamos aspirando casi siempre a estar de una forma más o menos confortable. Yo creo que también hemos entendido que cuidado con permanecer demasiado tiempo en una rama, no vaya a ser que esa rama se nos quiebre y eso implica que evidentemente tenemos que fortalecernos, hacernos sólidos como dije en alguna ocasión, hacer como si fuéramos pajaritos, que nuestras alas permitan volar a otra rama en el caso que estas se quiebren y ese para mi es el significado de estar pendientes o de tratar de estimularnos de alguna medida al cambio, pero por momentos puntuales.
Yo creo que lo idóneo es aprender a gestionar, y no es fácil, cuanto tiempo he de permanecer en mi, a mi juicio mal llamada zona de confort, la zona en la que yo me encuentro en un bienestar o de una manera confortable, y cuando debo de empezar a mirar en que sería interesante dar algunos pasos para ir tratando de extenderla como dice Nacho, quizás esa sea la clave, no el tener que salir de la zona de confort porque si, porque alguien lo dijo en alguna ocasión en alguna conferencia y parece que no se, que tuvo mucho éxito o que le hizo mucho sentido a mucha gente, yo tengo muchas dudas sobre eso.
De hecho, si preguntáramos a más de un estoico pues quizás nos diría otra cosa. Una vez que uno conquista su zona de confort tiene que quedarse ahí, sin deseos ni anhelos de nada, simplemente estar ahí.
Es una reflexión, un pensamiento en voz alta que me tiene bien entretenido últimamente, esta obsesión que hay por salir de la zona de confort. Yo creo que como seguramente sucede en el mundo del deporte, que a mi me gusta traerlo, también buscando analogías ahí, está bien el desafío, el reto, la exigencia, pero también el descanso, también el disfrute del propio éxito, también otras cosas. Hay muchas más cosas en la vida que estar constantemente tratando de desafiarse para salir de esta zona de confort y meterse en líos. Pues no se, aquí lo dejo, para la reflexión, para que cada uno ofrezca las interpretaciones que esto que yo digo le sugiere y podamos seguir aprendiendo.
Bueno, pensamientos en voz alta, un tanto reduccionistas como dijo alguna vez alguien, filosofía a ras de suelo, bueno, que tengas un gran día. Chao!
Hoy sin gafas que no veo nada que tengo graduadas, pero no hace mucho sol y prefiero ir así.
Chao! Cuídate.