Desde hace algunos años tenga la certeza de que todo cuanto acontece en la existencia es perfecto y necesario. Así que siguiendo esta mi particular coherencia, la pandemia ocupa un espacio necesario para nuestra humanidad.
Y sin duda, a largo plazo podrán observarse multitud de aspectos beneficiosos que afectarán a múltiples dominios de nuestras vidas, de manera individual y colectiva.
Sin embargo, en los próximos meses, pienso (ojalá me equivoque), que el impacto emocional de este acontecimiento histórico, va a ser de dimensiones incalculables. Ya ha empezado a serlo.
La crisis económica amenaza con instalarse en demasiados hogares de España e irremediablemente la oscuridad va a ensombrecer la felicidad y bienestar alcanzada. Al menos, el nivel alcanzado del que se venía disfrutando en nuestro país, antes de la pandemia.
Son numerosos los estudios que hablan de una tercera ola vinculada a los efectos psicológicos del Covid-19. Es interesante el caso de Alemania que está provisionando partidas económicas para enfrentar los efectos psicológicos que pronostican los expertos.
Como siempre, comparto contigo estas reflexiones por si te resultan de alguna utilidad.