Ayer, 30 minutos antes de la comida, pedí a dos de mis hijas que por favor, pusieran la mesa mientras yo cocinaba.
Normalmente, si estoy en casa, suelo ocuparme de ambas tareas. Pero quise testar su disposición a la colaboración y grado de eficacia en el resultado.
Y allí que fueron a atender mi petición, con caras recién llegadas del país de la pereza😂
Me acerqué a supervisar el resultado de mi solicitud, y no me sorprendí. Platos, vasos, paneras, cubiertos, mantel y servilletas descansaban sobre la mesa olvidados de cualquier simetría y delicadeza estética. Sin duda, respiraban la misma desgana que el interés de mis chicas.
Y delante de aquel bodegón de tasca de 3ª división, aproveché la ocasión para soltar un speech memorable, sobre la importancia de hacer las cosas con AMOR.
Les recordé que la brocha gorda tenía otros destinos alejados de nuestra educación familiar 😂. Y que en la vida, hacer las cosas con cariño y buen gusto, es un gesto de respeto hacia los demás y hacia uno mismo.
Además, rescaté frases sublimes de mi madre: “para hacer mal, mejor no hagas” o “se empieza con la botella de plástico en lugar de una jarrita y se acaba comiendo descalzo y sin camisa”. 😂
¡Qué importante es hacer las cosas con cariño, interés y Amor!
Disfruta del día