Me quedé cortado. Apunto de llamar a un socorriste, le pregunté “¿a qué te refieres? ¿a cuál es mi trabajo? La respuesta fue “sí”.
Comentaba luego a mi amigo, que me sorprenden estas preguntas tan directas y sin ambages, que utilizan algunos para situarte en su mapa mental.
A mí, sin embargo, me hubiera ilusionado responder que paseo todas las mañanas en una recomendable suerte de liturgia sagrada, con el objetivo de que mi mente cuerpo y espíritu caminen conciliados por la vida 😂
O decirle que me apasionan las patatas con chorizo, leer, actuar en un teatro o quedarme absorto contemplando los movimientos erráticos de una hoja caduca que revolotea sin rumbo, delante de mi mirada. Esto último me va bien para trascender a mi ego.
La pregunta en cuestión es quizás y entre otras cosas, una manera rápida de ponerle a uno en un ratio de ingresos económico. “Tanto ganas, tanto vales”, solía decirse.
Esta circunstancia salarial me importa poco o nada. Como cuando te dicen de alguien que es el CEO de la compañía y eso fuera garantía de algo.
Disfruta del día