Descubro ahora que escribo este post, que en mis paseos matutinos, el protagonismo suele descansar en el silencio que envuelve el paisaje que me acompaña.
Para mí, constituye una melodía natural que intensifica la belleza del camino que sostiene cada uno de mis pasos.
¡Y me sorprendo!
Pablo d’Ors me dijo en una oportunidad, al hablarle de su -Biografía del silencio- que se “sorprendía cada día”.
Recuerdo que escribí en una ocasión que escucharle decir esto, fue “un tesoro” para mí. Desde entonces, mi mirada viaja con sus cinco sentidos puestos, atenta, en busca de sorpresas que descubrir.
Cuando cae la noche y me voy a dormir, en el silencio que trae la oscuridad, trato de rememorar mi suerte de sorpresas que el día me ha regalado.
Y ayer fueron muchas las sorpresas. Todas muy conmovedoras.
Y confieso que siento mucha alegría porque -agradecido-soy consciente de que vivo. Siempre que lo pienso me emociono.
Disfruta de la vida