Un día de la semana solemos comer juntos. El menú, dos pizzas ricas y baratas en un restaurante corriente de Miami. Y ahí solemos conversar sobre la vida. Yo aprendo mucho con él.
Llego al sitio y mi amigo ya estaba puntual como un reloj, sentado a la mesa. Y observo que al lado de mi plato, había dejado una bolsa de Apple.
“Es un regalo para ti”, me dice en silencio y sin palabras, con su gesto puesto en una mueca y su mirada señalando la bolsa.
Lo cierto es que me he extrañado porque él sabe que yo soy cero tecnológico y no aprecio como se debiera lo que cuesta dinero y tiene que ver solo con la material. Y por otro lado, no había un motivo especial para recibir un regalo.
Entonces he mirado dentro. Y…..oooooh sorpresa!!!! 😀
¡Un libro! 😀👏🏻
Pero no un libro cualquiera. Un libro de un filósofo que me apasiona y es mi preferido y editado en 1932. Un libro que mi amigo heredó de otro filósofo español: su tío muy querido.
Y ahora me lo estaba regalando a mí. 😍
Abro la primera página y me encuentro esta nota preciosa escrita a mano (ver foto).
Me ha impresionado tanto que me he congelado para no emocionarme. Yo lloro con mucha facilidad y a veces me protejo.
Y caigo ahora que le tenía que haber invitado a las pizzas y hemos hecho como casi siempre: “a medias” 🙈.
También pienso que la amistad verdadera es maravillosa porque está inmersa en el amor y se nutre con detalles especiales, recibidos de amigos especiales que nos cuidan porque nos quieren, sin esperar nada a cambio. Solo la amistad.
Yo también te quiero Javier Rodriguez Amblés. Gracias amigo ❤️