Y pienso al vernos así, que las relaciones de pareja con el tiempo, evolucionan en muchos sentidos y direcciones. Y que seguramente, a estas alturas de nuestra vida en común, valoro sobre todo, que siento que somos compañeros. No solo porque compartimos el pan y la responsabilidad como padres para con nuestras hijas, sino porque quisimos admirarnos y aprender a compartirnos el alma.
Los abrazos de pareja me parecen esenciales porque nos acercan al alma del otro. Y cuando se dan sin ropa, piel contra piel, la emoción es inexplicable.
Bueno, Valery lo expresó de manera luminosa en pocas palabras: “lo más profundo del ser humano es la piel”.
Disfruta del día