Es comúnmente aceptado que alguien humilde generalmente es una persona modesta que vive sin mayores pretensiones: alguien que no piensa que él o ella es mejor o más importante que otros.
Sin embargo, pienso que según la manera de cómo interpretemos este concepto, puede llevarnos a ser, nosotros mismos, los primeros que nos auto limitemos en nuestra posibilidad de crecimiento y desarrollo personal.
En mi paseo de hoy comparto contigo esta reflexión en voz alta sobre la humildad y la forma de interpretar su significado.
Lo hago a partir de la definición compartida por lo general, que dice que la humildad “es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus habilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo.”
Espero que te resulte de algún interés para pensar sobre ello.