El otro día conté un episodio en el que me enfadé. Relataba, que a pesar de haber pedido perdón por mi comportamiento y ser perdonado por la víctima de mi enojo, me estaba costando perdonarme a mí mismo por haberme equivocado.
Y entonces se hizo la luz en mi zona ciega. Y en consecuencia, la comprensión y el sentido, en mi dificultad para perdonarme. ⭐️
Sucedió gracias a un comentario que recibí y dice así:
“La base de no perdonarse a uno mismo, está en la soberbia. La persona a la que le hemos causado el problema y le hemos pedido perdón, ya ha olvidado la afrenta y la ha finiquitado. Tú debes estar en sintonía con ese perdón, de lo contrario significaría que quieres estar por encima de esa otra persona y de su decisión de perdonarte. Ojo, la soberbia hay veces que se oculta en la humildad y quieres pasar a ser el más humilde del planeta. Si has pedido perdón de corazón y eso significa que quieres que eso no vuelva a pasar más y el otro te perdona, olvídalo ya. Estás perdonado, el resto es ocupar el corazón en algo que te envilece. Un abrazo querido Ignacio”
Gracias Ignacio Blanco Rodriguez por tu regalo.
Disfruta del día