Desde Estados Unidos te confieso que siento impotencia y preocupación por lo que está aconteciendo en España.
Estoy informado al minuto, de la evolución de la situación. Incluso con algún familiar de amigo íntimo en situación muy delicada.
Y te mando un abrazo fuerte, fuerte desde aquí.
Entiendo que seguramente las medidas de confinamiento llegarán también a Florida. En mi pueblo, ya tenemos toque de queda por la noche y hoy han cerrado las playas.
Con todo, en mi familia, permanecemos en casa desde hace días, siendo nuestras salidas muy excepcionales.
Aquí te dejo esta reflexión de hoy sobre el valor de las cosas pequeñas y muchas cosas más. Hoy me he extendido mucho. Sorry ?
Sigamos encontrándonos en el amor y aprendiendo de estas experiencias.
¿Qué tal, cómo estás? Bueno, pregunta retórica porque en este momento preguntar cómo estás es como que me estás tomando el pelo. Yo solamente quería dar señales de vida porque hace varios días que no hago un paseo matutino como tal, aunque sí que estoy escribiendo y publicando cosas por aquí, pero quería comentarte que soy muy consciente de todo lo que está aconteciendo en España y, lógicamente, con preocupación por todo lo que veo. Lo sigo al minuto. Con preocupación e impotencia y cierta frustración.
También veo que esto está llegando aquí y que va a llegar antes o después. No son las medidas de confinamiento como las de España, de momento, aunque ya tenemos toque de queda por la noche, han cerrado las playas afortunadamente ya esta noche pasada y las salidas están recomendando que sean exclusivamente las que son muy muy extraordinarias, muy necesarias. Ir a comprar, es verdad que permiten hacer el deporte en soledad, de manera individual sin estar grupos… bueno una serie de recomendaciones que aquí la gente creo que está siguiendo bastante bastante bien.
En casa llevamos desde el jueves, prácticamente sin salir, solo para cosas muy muy puntuales, viendo, seguramente, todo lo que está pasando en España y la importancia de mantenerse recluidos para el evitar los contagios.
Dicho esto, quería decirte que, no sé va a parecer paradójico, venía recordando épocas de mi vida en las que he estado semi-confinado por enfermedad o acompañando a enfermos y siempre, mirándolo ahora retrospectivamente, me di cuenta que aprendí muchísimas cosas de aquello y, sobre todo, aprendí a valorar las cosas sencillas.
Aprendí, lo que ahora os estaréis dando cuenta, la gozada que es poder salir a la calle, que te dé el aire, el sol, ver un árbol, poder dar un abrazo a alguien, encontraste por la calle con un amigo, saludar al frutero, a tu carnicero, no sé, cualquier cosa, tu compañero de trabajo… todas estas cosas que son aparentemente tan banales, están del día a día, y que son tan importantes para el ser humano.
Yo aprendí de esas experiencias muchísimo y creo que de ésta vamos a aprender todos muchísimo otra vez. Creo que es importante estar atento y sacarle todo el partido que se pueda a esta situación y lo vais a ver fácil porque yo creo que encuentra el valor o lo valioso de las cosas sencillas de la vida. Eso es, para mí, lo más importante: lo que tiene que ver con las relaciones humanas, con la propia naturaleza. Quizás no tanto con lo material, las comodidades materiales, aunque me imagino que se agradece mucho más estar confinado en una casa con jardín que en una que no lo tiene o en un piso grande que en un piso pequeño.
Pero creo que lo que yo voy viendo en redes, y lo estaréis experimentando cada uno en su familia y yo lo veo en mi propia familia, que a mí lo que más me gusta de esto, son las relaciones que veo y (te va a parecer una cursilada) el encuentro que hay con el amor, otra vez, en todo esto.
Más allá de que, creo que, es importante la emoción postergarla un poco y estar más en la razón y mantener la calma, la serenidad, no entrar en pánico, seguir las instrucciones que nos marcan las autoridades, ser obedientes, sentido común ¿no?. Pero creo que es muy importante, también, disfrutar de todos estos momentos que tienen que ver, siempre lo digo, con el amor, con la autenticidad, con lo de verdad, con las pequeñas cosas cuando el poder estar con una familia, con un miembro de tu familia y hablar de cosas que no se hablan, jugar a cosas que no se juegan, pensar en cosas que no se piensan, incluso aburrirse, tener tiempo para aburrirse, para ponerse creativo uno, para recapacitar y reevaluar. Esto nos va a servir para volver a encontrarnos, para entender quiénes éramos y quiénes somos y a dónde vamos y dónde queremos ir, qué estamos haciendo, qué es lo que estamos haciendo con nuestras personas, con lo que somos, con nuestro mundo, con nuestra capacidad de desplegarnos, con nuestro foco, con nuestros objetivos, con nuestro destino, con nuestro propósito.
Yo creo que tenemos que aprender de esto, es una oportunidad que tenemos en la vida. Sabes que siempre he defendido que las aparentes situaciones de sufrimiento, que como decía Epícteto:
“Solo es el juicio que hacemos de lo que acontece”.
Lo repito mucho, es eso solo es el juicio. Dentro de esto estoy seguro, hacer balance a lo largo del día, vais a encontrar muchísimos momentos de luz, de alegría, de felicidad, una conversación, unas palabras bonitas, un algún vídeo que he visto y me he reído, no sé, hay muchas cosas. El ser humano tiene una capacidad maravillosa de adaptarse a todo.
No soy muy de frases pero ya he dicho una de Epícteto, voy a decir una que pertenecía a Darwin que es aquella que decía que ya sabéis que:
“El hombre que sobrevive no es el más fuerte, sino que es el que mejor se adapta”.
Y eso es lo que yo creo, que se refería a las especies en general en la capacidad de adaptarnos. Debemos de adaptarnos a lo que viene y mirar y disfrutar de la felicidad con efecto retroactivo. Lo digo mucho, lo que teníamos hace unas semanas y que ahora no tenemos. Fijaros qué fácil es perder todo, todo, todo eso que nos hace disfrutar y que no nos damos ni cuenta que nos hace disfrutar y ser felices. Es ese “perderlo enseguida” que lo valoramos mucho ahora y cuando regrese, que lo valoremos mucho de verdad.
El valor de las cosas pequeñas
Las cosas pequeñas, el valor de lo sencillo, esto es la naturaleza. El ser humano es muy grande y lo vamos a lograr, como dicen, iba a decir como dicen los políticos pero no sé si me interesa mucho lo que dicen los políticos; como dicen muchas gentes de bien.
Bueno nada más, te deseo eso y cuídate mucho. Que nos sigamos queriendo mucho y hablándonos y encontrándonos en el amor.
Nada más, en estos paseos matutinos, aunque sea sin pasear.
Un abrazo fuerte, cuídate mucho, chau.
Que tengas un gran día.
Cuídate mucho – Ignacio Isusi