-¿Desean beber algo,? – pregunté ayer a los dos jóvenes que vinieron a casa a instalar unos muebles. – tengo coca cola, sprite, agua- , les ofrecí.
-Sprite- respondió el más joven a secas y sin dar las “gracias”.
Volaban las horas y veía que la funda nueva de un sofá viejo de Ikea seguía dentro de su caja.
– ¿Me pondrán por favor la funda nueva en el sofá verdad?- La respuesta cayó a plomo, en mi duda, confirmando mi sospecha.
– No señor – me respondió con acento cubano y mirada de satisfacción, -eso no está incluido en la orden-
-¿Y ustedes me harían el favor, debe ser un error…? (les hubiera pagado por invertir unos minutos más en hacerlo, pero esperé).
-No tenemos tiempo- me dijo sin dar opción.
-Está bien. El Cosmos se encargará entonces de poner las cosas en su sitio- les advertí divertido en plan guru, mientras me miraban como las vacas al tren.
Crimen y Castigo
Y por la noche el Cosmos habló. Los montadores se olvidaron un transformador enchufado a la pared de mi salón ¿Se te ocurre alguna moraleja? ja,ja ? (les he dejado aviso en el móvil, ¿vendrán a por él?)