La “despachitis”y “titulitis” de jefes y altos cargos en las empresas, es una enfermedad impresentable, muy habitual en el mundo profesional de siempre.
Casi siempre tiene que ver más con incompetencias, a la hora de relacionarse con las personas con quienes interactúan, que con la propia competencia técnica para la posición.
A veces, su duración es tan breve como un sarampión, depende del grado de empatía y asertividad del paciente. Sin embargo, en ocasiones es un mal que dura demasiado, mortificando la vida profesional y personal de cuantos tienen que interactuar con los portadores de este virus emocional fatal.
Nunca tendríamos que olvidar que todos, en nuestro primer día de trabajo, empezamos desde abajo. Y sobre todo, una regla básica y fundamental:
Nunca, nunca, debiéramos tratar a los demás, como no nos gustaría que nos trataran a nosotros, independientemente del puesto que ocupemos.
Gracias por inspirarme esta reflexión Sergio Salcines Gasquet.
Disfruta del día.