En mi paseo matutino de hoy, reflexiono sobre algunas características que en mi opinión, tienen los verdaderos líderes.
También te hablo de algún común denominador que he encontrado en estos humanos especiales, de personalidad atrayente, al profundizar en sus historias de vida.
Disfruta del día.
Aquí estoy hoy caminando por la vida. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Con muchas ganas de hablarte de algunos rasgos que a mi juicio presentan los grandes líderes.
Grandes líderes
Los grandes líderes lo son en su vida personal y profesional, no solo en la profesional. Son personas que tienen una personalidad atrayente, que tienen imán, que brillan con luz propia, que iluminan de alguna manera. Inspiran. Son personas que siempre quieres estar con ellas porque se aprende mucho escuchándolas, estando, compartiendo.
Creo que estos líderes, estos inspiradores son personas que, además de tener un cociente intelectual muy elevado, han aprendido a conciliar muy bien su parte racional con su parte emocional. Son personas tremendamente empáticas. El otro día me lo decía el presidente un banco que para él la empatía es clave.
Cuando está ligado a valores es sensacional porque se hace un uso magistral de ese don, de la conciliación de lo racional con lo emocional. Cuando no es así, cuando no hay unos valores basados en una plataforma ética, no son más que manipuladores y eso es otra cosa. No estamos hablando para mí de líderes en ese caso.
Los grandes líderes inspiran y trasladan una motivación
Hay algo que me gusta mucho de esta gente, de estas personas especiales. Son capaces de transformar mensajes complejos o problemas complejos, hacerlos sencillos. Aterrizan muy bien esas ideas complejas y las trasladan a sus equipos o a sus gentes, a sus colaboradores, a sus familiares de una forma sencilla, de fácil comprensión. No solamente eso, sino que además de alguna manera inspiran y trasladan una motivación tan potente que hace que la gente quiera resolver, quiere hacer. Se sienta comprometida con eso que se les traslada.
La causa de todo esto muchas veces tiene que ver con sus sistemas, con sus infancias. Me he dado cuenta que es gente que ha tenido, en muchos casos, no digo siempre, vidas difíciles en lo económico incluso. Han tenido que buscarse la vida pronto.
Por ejemplo, dar clases particulares. Lo de las clases particulares me lo han dicho varios. Están en edades de universidad y, para pagarse sus cosas, en casa no había dinero y había que dar las particulares, entre otras muchas cosas. Y, eso los obligaba a ellos a hacer un esfuerzo intelectual de trasladar los mensajes, de trasladar los problemas de matemáticas, de física, de química, de lo que fuera a un lenguaje acorde para un niño o una niña de 12 o 14 años.
Fijaros como ese ejercicio tan sencillo luego resulta tan útil para la vida profesional y la vida de adulto. Ese aprendizaje de hacer de lo complejo lo sencillo, algo tan sencillo como eso, es un arte.
Nada más. Lo quería compartir así de forma un poco atropellada porque voy tarde.
Un beso, que tengas un gran día.
Cuídate. Chao.