Hola, buenos días, ¿cómo estás? Aquí estoy en mi paseo matutino, un día más, caminando por la vida. Caminante no hay camino. Hoy quería hablar de un tema que me tiene bien entretenido últimamente y como siempre con una pregunta en mi cabeza. Que es que qué va a pasar en España en los próximos meses con esta situación que estamos viviendo de pandemia. Y la pregunta es qué va a pasar en qué contextos, en qué dominios, me refiero fundamentalmente al contexto económico, el contexto social, el contexto político, seguramente todos los contextos, y seguramente voy a tratar de responder a esta pregunta de forma un tanto genérica, pero que tiene que ver con la situación, con el balance general de lo que va a acontecer en nuestro país.
Y lo quiero hacer porque me apetece y porque igual te resulta de alguna utilidad. Como ya intuyes la descripción que voy a hacer seguramente no es nada optimista, no es nada positiva, pero creo que obedece a la realidad, pero sin embargo, si que te voy a proponer algún mecanismo, alguna vía de poder salir airoso, o al menos no tan perjudicado, de lo que nos viene encima.
Efectivamente, creo que no hay más que atender a los datos, a los indicadores de todo tipo que están ahí, que son públicos, los datos de paro. Estamos ahora en 14 y pico por ciento, muy por encima de la media de Europa. El país con más paro de Europa, que creo que tenemos 3.800.000 parados, sin contar los ERTES que son otros 800.000, que muchos de ellos seguramente van a ingresar en esta lista de parados en pocos meses. Los datos de empresas en quiebra o que van a quebrar en los próximos meses, mejor ni comentarlo. Va a ser desalentador, lo veremos. Y de la política no voy a decir nada. Yo creo que no tienes más que encender la televisión y ver el nivel que tenemos. Como siempre hay de todo, pero en general, creo que todo necesita mejorar. Y no progresan adecuadamente. Y con esos mimbres va a ser difícil salir rápido de esta crisis demoledora que ya está encima. Lo peor, a mi juicio, está por venir en Navidades, a partir de Navidades, en enero/febrero, como me decía el otro día un consultor importante, que trabaja con este país y con Europa y con China, el desasosiego social que vamos a encontrar va a ser abismal. Eso va a comportar quiebras en todos los órdenes. Emocionales, laborales, familiares y no me quiero poner muy catastrofista.
Pero indefectiblemente creo que estamos abocados a eso. Es bien simpático, que últimamente escucho conversaciones que me vienen desde España en una clave que ya avanzaba. Y por favor, no me leas aquí como digo yo, este va de gurú… No. Simplemente creo que es hacer un análisis mío. Por supuesto, puedo estar equivocado y ojalá esté muy equivocado, como le decía el otro día a alguien por aquí. Los comentarios que escucho ahora son: He vuelto ahora de vacaciones y me he encontrado con que mi empresa no abren no se qué, o que va a haber un ERTE, o que me van a echar… Y eso es muy nuestro a veces. O de muchas personas. Somos muy felicianos, nos hemos ido de vacaciones, a disfrutar, jiji jaja y en septiembre ya… Ya vendrá Paco con las rebajas.
Tenemos los datos iba a decir que casi del mundo o del mundo, tampoco tenemos datos oficiales demasiado rigurosos respecto a fallecimientos y respectos a otros indicadores, que como ya decía el doctor Cavadas, sería buenísimo tener una auditoría independiente, que enjuiciara y valorara y que hiciera un balance real de la situación actual que estamos viviendo en España respecto de la pandemia, para poder valorar con rigor cómo estamos en esos rankings a nivel mundial. Y seguramente estamos mucho peor de lo que incluso parece. Eso también es otro dato que no es nada alentador. Porque seguramente vamos a sufrir mucho más que los demás. Y en definitiva, el balance, pues el desastre que se nos avecina como decía antes es monumental o descomunal, pero, ¿cuál es la buena noticia? Para mi. Bueno, primero que ojalá me equivoque. Yo me suelo equivocar muchas veces. Ojalá me equivoque. Segundo que creo que el español en su individualidad es un fenómeno. Yo creo que hay algo… Yo además soy de Bilbao, con lo cuál tengo un plus, de facilidad a la hora de adaptarme a las nuevas situaciones o adaptarnos. Yo creo que el español, emulando un poco a Darwin que decía que el que sobrevive no es el más inteligente o el más fuerte, si no el que mejor se adapta. Yo creo que el español tiene esa cintura.
Esa facilidad de con pocos recursos pues adaptarse. Y decía que esa es la buena noticia y me gustaría acabar esta reflexión en voz alta con esto. Con este axioma o esta afirmación de Darwin, que el español tiene esa capacidad de adaptarse y que creo que somos los españoles, los que individualmente vamos a ir adaptándonos a la situación, pero lo que yo os comino o te comino es a que desde ya te pongas a pensar muy seriamente, a ser muy riguroso, en analizar, cuál es tu situación profesional, cuál es tu situación personal, para de alguna manera adelantarme a lo que está por venir. Adelantarme, y hacer lo que esté en mi mano que yo puedo hacer, tener un plan B, para en el que caso de que suceda la peor de mis pesadillas. Y yo creo que el ser precavido o el ser previsor, desde luego es un aprendizaje que yo pude experimentar a una temprana edad y que siempre me ha venido muy bien.
El poderme adelantar a los acontecimientos. Esto muchas veces también es muy nuestro, muy cultural el es que fíjate, me han echado… Bueno, pero es que tu estabas viendo que podía suceder. Y qué has hecho tu en el durante, en el “intering”, o sea que creo, que una vez más van a sobrevivir, y no solamente sobrevivir, si no catapultarse a algo muchísimo mejor, a un escenario muchísimo mejor, que en el que están ahora, pues todas esas personas, y ojalá tu seas una de ellas, que desde ya se están poniendo las pilas, y están estudiando para el examen que nos viene o que estamos ya haciendo, y que lo que pasemos o no va a depender de cómo hagamos las cosas ahora y la madurez con la que enfrentemos esta situación y que seamos responsables para con nosotros mismos y para con nuestras propias vidas.
Con liderar nuestras propias vida y no dejarlo en manos de mis jefes, mi trabajo, mi empresa, mi no se qué. Bueno, no va así. Va de tomar responsabilidad. Pero esa es la gran noticia. Hay una oportunidad. Hay luz en la sombra. Depende solamente de cada uno. O en gran parte. Vamos a decirlo, en gran parte. O sea que movimiento desde ya. Nada de esperar a ver qué pasa en Navidad. No. Ya hay que ponerse las pilas, ya. ¿Qué puedo hacer yo para enfrentar esta situación que ya está encima? ¿Qué puedo hacer yo?
Asumir mi responsabilidad. Y la mía es esta. Trasladar este mensaje para que por lo menos tu no puedas decir “nadie me avisó”. Pues yo estoy avisando. Aviso a navegantes. Pero con esa perspectiva optimista. Porque además si algo he aprendido también de mi vida es que de todas las situaciones aparentemente desafortunadas, de sufrimiento, siempre, siempre, siempre uno consigue, si se hacen bien las cosas… Se me acaba de caer el teléfono. Perdón. Sigo. Uno consigue, si se hacen bien las cosas, me acabo de poner muy nervioso, salir adelante, mucho mejor de lo que era antes. Te mando un abrazo grande, y disculpa la caída esta de teléfono, que espero que no sea algo premonitorio de lo que está por venir. Nada más. Uy, me ha hecho pensar esto. Qué yuyu. Cuídate. Que tengas un gran día. Chao.