Afortunadamente, me dicen que el accidentado no ha sufrido heridas graves, más allá de cortes, golpes y magulladuras.
Una amiga mía ha sido la que le ha socorrido y sacado de su flamante Ferrari, ahora para el desguace.
El señor solo se quejaba de que había destrozado el Ferrari y mi amiga le decía:
“Señor!! está vivo!!!!!! ¡Es un milagro!”
Y él seguía repitiendo lo del coche como si fuera un mantra.
¿Qué les pasa a algunos seres humanos que incluso en circunstancias como éstas, son incapaces de sentirse agradecidos por seguir con VIDA?