Las personas que han alcanzado alguna forma de éxito profesional, coinciden por lo general en que han concurrido varias elementos para lograr sus metas. El éxito no es el resultado de una única circunstancia.
Con todo, suele haber coincidencia en lo que parece ser un común denominador a la hora conseguir una posición exitosa; el ESFUERZO.
Mi padre siempre decía en relación a este tema que “no hay atajos sin trabajo”. Nunca olvido esta frase.
Después de haber podido conversar con deportistas y directivos exitosos en su faceta profesional, he comprendido que cuando ese esfuerzo nace de una vocación, suele transformarse en todo un disfrute.
En relación al tema, recuerdo en especial una conversación que tuve con Julen Guerrero López, que me encantó. Un deportista con talento como jugador de fútbol y adivino que en otros dominios de su vida personal. Inteligencia natural. Y que reconocía que se cuidaba mucho y trabajaba lo no escrito en los entrenamientos para dar el máximo el día de partido. Disfrutaba a pesar de los sacrificios.
El esfuerzo cuando es la respuesta a nuestro deseo íntimo y esencia, se transforma en disfrute.