Bueno, aquí estoy en mi paseo matutino. Caminando por la vida un día más.
Mira, hoy quería traer una frase que aquí, en Estados Unidos, se escucha mucho que tiene que ver con las contrataciones y los despidos que dice
Hire slow, fire fast.
O sea, “contrata despacio, despide rápido”.
Esta frase me llevó a pensar en cómo había sido en mi vida el uso o no uso de esta frase. O en las empresas en las que yo he estado. Yo diría que, en mi caso personal, afortunadamente no he tenido que despedir a mucha gente, a muy pocas contadas con los dedos de una mano.
Nunca he tenido una dificultad expresa. Creo que he sabido ser asertivo y empático y creo que había unos motivos razonados y más que razonables.
Llevándolo también al terreno de cliente-proveedor, ahí quizás si he que me visto con más dificultades. Pienso que muchas veces es verdad que detectamos enseguida que un proveedor quizás no es el que mejor se ajusta a tus necesidades, pero en mi caso personal, siempre he sido partidario de dar primeras, segundas, terceras y cuartas oportunidades ¿no?.
Mira qué bonito, cómo está esto, precioso, ¿eh? Que preciosidad.
Para, bueno, discernir si soy yo el que se está equivocando, porque puedo estar equivocado y no estoy viendo algo, una parte talentosa que me apetece utilizar, aprovechar o sondear de esa persona. Pero también quizás, es sesgado por una frase que escuchaba yo en mi casa:
“En esta casa somos personas de dar primeras, segundas, terceras, cuartas, quintas y sextas oportunidades.”
Y a mí siempre me gusta dar muchas oportunidades a las personas, antes de prescindir de servicios o de su competencia profesional. Por eso diría que en lo personal me pasa lo mismo.
No lo sé, quizás pueda estar equivocado, porque esto a veces provoca un desgaste energético muy potente para, al final, cuando ya tienes una experiencia de vida darte cuenta que te ha vuelto a pasar, me ha podido volver a suceder. Por un afecto, por una dificultad, pueda entrañar alguna decepción respecto de la otra parte, pues más de la amistad personal. Sigues atado a algo, a un servicio profesional que no necesariamente te está dando lo que necesitas.
Y al final, aquello es un poco como la gota ya. Volviendo a la frase que traía al principio, llevándola a clientes y proveedores puede ser un tanto cierta: Contratación despacio, sosegada, pero quizás prescindir del servicio de una manera moderadamente rápida.
Nada más solo es una reflexión, no pretendo tener siempre razón, espero que te sirva para reflexionar a ti y aportarte a ti mismo algún valor respecto a esto que comparto contigo.
Cuídate mucho, que tengas un gran día. Ciao!
Disfruta del día.