“Hola papá. Ya que voy teniendo esa edad en la que le he dado la vuelta al jamón, te miro y no sabes la paz y felicidad que me da verte tan bien en lo que yo al menos observo. Pienso que tengo mucha suerte teniendo un padre como tú. Me siento muy afortunado la verdad.(). Tu independencia, tu alegría, tu forma de estar en la vida. Ojalá pueda yo llegar a tu edad y de lograrlo haber aprendido a vivirme como tú te vives. Eres mi mejor referente en tanto bueno… Hoy te lo puedo decir. Desde luego has hecho muy bien las cosas.
Ya sabes que yo soy un hombre sensible y de vez en cuando tengo la necesidad de decirte lo que pienso y lo que siento porque además te quiero mucho y me siento muy afortunado de tenerte aunque te llame poco. Te lo quería decir.”
Y él me respondió algo impresionante.