Los repetía especialmente cuando nos pillaba a mí o a cualquiera de mis hermanos en alguna “pipa” infantil o juvenil. Lo decía de una manera tal que caía sobre tu ser, todo el peso de su decepción. 🙈. Era demoledor.
Sin embargo, al ser humano le gusta tropezar con la misma piedra varias veces, y yo no fui la excepción que confirmaba esta regla 😂. Me cazaba siempre, antes incluso de cometer el delito 🙈😂.
La verdad es que no he vuelto a escuchar este último “refrán”. Pienso que como hay tanta preocupación contemporánea por no lastimar o herir los sentimientos de nadie que….en fin.
Otra vez escuché a un médico afirmar algo que me encantó. Sostenía que cuando tocaba dar malas noticias a pacientes y familiares, su recomendación era, nunca decir mentiras, ni siquiera “piadosas”.
“¡Verdades, verdades piadosas hay que decir!”, defendía.
Buenos, pues si alguien se encuentra en algún proceso de selección, por favor, ¡nunca mentir!🙏
Otra cosa es arbitrar formas diferentes y brillantes de expresar aquello que no queremos decir “en crudo” porque entendemos que puede perjudicarnos.
Y no hablo de “edulcorar” relatos. Te aseguro que hacer del defecto virtud, es un todo un arte posible, si se trabaja la autenticidad.
Pienso que muchos candidatos fallan en sus entrevistas y procesos en general, por ocultar sus debiludades o no saber contar los aspectos “incómodos” o a priori, “escabrosos” de sus historias personales y profesionales.
Así que ya lo sabes, si estás inmerso en un proceso de selección, prepara bien el Cv y tus entrevistas. Y cuenta siempre verdades. Aunque sean solo “piadosas” 😀🙏
Un abrazo y disfruta del día