Te cuento una anécdota cotidiana simpática que me ha animado una reflexión sobre la empatía.
Esta mañana he salido a dar un paseo por la playa a ocuparme de mi salud.
Recuerda que conviene cuidar el cuerpo, la mente y el espíritu, cada día. Bueno, pues en mitad de mis ejercicios de meditación, dos seres humanos de unos cuarenta tacos, han decidido poner a prueba mi paciencia ??
Se han colocado a escasos metros de mi concentración, a golpear un coco contra una roca y una roca contra un coco. ??. Trataban de debastarlo con frenetismo y como si estuvieran poseídos.
¿Se habrán percatado de mi presencia? ¿Y sí la respuesta es positiva y pese a ello han decidido ir a lo suyo? Para tesis doctoral…
Bueno, con todo, decirte que no han logrado abrir el coco. ??
Nos extinguimos seguro ??
Disfruta del día