Pensaba que no soy muy de regalar. Tampoco de que me regalen. Me incomoda la convención establecida. En especial, las cosas materiales me importan poco. Necesito que los regalos que me hacen o hago, vayan envueltos en algún significado emocional. Para mí esto es muy importante. Es la clave para lograr la magia que consigue cualquier regalo que respira ilusión honesta.
Bueno, a mi hija le he regalado un marco de fotos con el cristal medio roto (es el que he encontrado en casa). Debajo del cristal he deslizado un sobre rojo con un corazón dibujado y un cheque a la vista. Es el primer sueldo que gané hace meses como actor y me entregaron en ese mismo sobre.
Cuando Cristina ha abierto el regalo, se ha dado cuenta al momento de qué se trataba. Se ha emocionado mucho. Conste que no había visto si quiera la cantidad (tampoco es mucho dinero, la verdad). Seguido nos hemos abrazado, mientras los dos llorábamos como magdalenas. Pienso que ha entendido que estaba compartiendo con ella algo muy importante y valioso de mi vida. Estaba entregándole un SIGNIFICADO, quizás envuelto en un regalo.
Disfrutemos de la vida cada día.