Una historia de animales

Érase una vez un niño muy alegre que necesitaba ser querido y escuchado por todo el mundo. Sin haber cumplido un año ya hablaba. Era muy precoz. Su madre le contaba que solía decir: «botitas botitas» porque quería que le sacaran a pasear. Cuando tenía cinco años en su primer día de colegio la profesora le pidió que dibujara una casa. Él preguntó  «¿puedo poner el sol en el cielo? ¨ Ella le sonrió y le dijo que sí. Otro día, la misma profesora le señaló un póster con una cotorra verde sobre fondo negro que colgaba en la pared y le espetó «¡Isusi! ¿ves ese pájaro?», el niño giró su cabeza y asintió. Entonces ella le dijo «tú eres igual». Aquel niño se sintió muy tonto aquel día porque sus compañeros se rieron mucho y él no comprendió el porqué.

Paradoja: Una historia de animales - Ignacio Isusi

Y aunque años más tarde alguien le explicó que las cotorras hablan mucho, aquel niño ya mayor siguió sintiendo que no era muy listo a pesar de que sacaba muy buenas notas. Y ese sentimiento le persiguió toda su vida. Y fue un motivo de una gran inseguridad.

La Paradoja

Cuando fue padre tuvo tres hijas superdotadas (alta capacidad) y alguien le miró a los ojos y le sonrió mientras le decía «ya sabes el refrán: de padres gatos hijos michinos». Y lloré por dentro. ¡Qué paradojas tiene la vida! Disfruta del día

Si quieres estar al tanto de mis reflexiones, sígueme en estas redes:

Te puede interesar

Hoy hace diez años que mi madre falleció víctima del cáncer con 63 años. Durante mucho tiempo he tenido el privilegio de poder
Hoy solo un mensaje breve para dar las GRACIAS a todas las personas que habéis podido venir a vernos al emblemático teatro 8 de
Ayer acudí como cada mañana a la cita puntual con mis plantas de tomates, pimientos, hierba buena y albahaca. Como cada día, las riego
Ayer bajé a la playa a darme un baño. El agua del mar restaura mi ánimo siempre que está alicaído. Y si está en
Hoy en mi paseo matutino continúo con una reflexión sobre el juego y lo importante que es divertirse, también a edades adultas. Y como

¿Tienes una pregunta?

Si tienes interés en conocer mi opinión respecto de alguna pregunta de
ámbito profesional o personal que quieras hacerme, te ofrezco mi tiempo y
mi persona. Y desde luego, una respuesta, si la tengo.