Mi padre, además de ser un hombre ESPECTACULAR, es muy madrugador. Dice que tiene la necesidad de saltar de la cama en cuanto intuye que la mañana se despierta. – La vida ha empezado afuera – advierte- y si me quedo en la cama, siento que me estoy perdiendo la fiesta y que llegaré tarde. Tiene la costumbre de hacer estos regalos. Siempre está presente en mi manera de observar la vida. Evocar su voz, es una especie de reconocimiento a su persona, con efecto retroactivo. Y no sigo que me emociono. Los lunes eran terribles hace años. Ahora me encantan. A veces, pienso que voy menos al cine porque el acto de vivir me resulta tan conmovedor… Tengo días tristes ¡claro! pero hasta en ellos encuentra tanta belleza…No sabría explicarte lo que me pasa.
Mi hija mediana, me confiesa que caigo super bien a sus amigas. Le pregunto – ¿por qué?- le dicen que soy diferente a los otros padres. Que soy ¨weird¨ (extraño, raro). Yo no me sorprendo y me sonrío. El sábado vi a una monjita grabando con su teléfono, en la Iglesia. Y ayer entro en un avión y ¡¡¡magia!!!. Aquello parecía Londres un 2 de enero y sin embargo, a nadie parecía llamarle la atención. Pensé entonces que soy «raro» y a mí me impactan estas cosas tontas que pasan por delante de la fiesta de mi vida.