El juicio de las muelas
Sacarse una muela del juicio suele ser molesto. En plenas Navidades ni te cuento. Efectivamente, las piernas de la foto son mías. Y…¿para qué sirven estas muelas con tan poco fundamento? Me dice Andoni, mi dentista, que “para quitarlas” ?. Luego nos reímos y continúa explicándome que son “órganos vestigiales” y me habla de su origen prehistórico. También que reciben el nombre de muelas “del juicio” porque se supone que llegan a nuestra edad cuando se despide la inmadurez. No sé yo…?
Y hablaba estos días con alguien sobre la manía que tienen algunos humanos de ir por la vida organizando juicios sumarios a discreción y sin fundamento. Escondidos en los callejones sin salida donde se cocina la envidia, se dedican a dar caña gratuita a vecinos de la vida. No descansan ni en Navidad. Yo aconsejo mirar estas desdichas con compasión y mucha ternura que es como a mí me gusta mirar a las miserias mundanas, vestigios de quienes presentan dificultades para amar porque quizás nadie antes los amó, como necesitaban.
Disfruta mucho estos días.