Me trasladaba la importancia que para él había tenido en la vida “el RESPETO a uno mismo”.
Porque cuando las personas se faltan al respeto así mismas, alimentan un sentimiento de culpa que en su viaje de la vida, va a pesar lo indecible. Y librarse de esas mochilas y aprender a perdonarse, no suele ser tarea fácil.
Yo le escuchaba muy atento. Estaba siendo consciente del privilegio que suponía poder seguir aprendiendo de un padre a estas alturas de mi vida.
Mi padre es mi héroe. Lo he dicho muchas veces. Le da pudor que se lo diga pero yo se lo digo porque le quiero y se lo debo.
Una vez me escribió, en relación a la admiración que le profeso: “¿recuerdas hijo los versos del poeta cubano, Nicolás Guillén? – Quien le dijo que yo era siempre risa nunca llanto. Como si fuera la primavera, no soy tanto…
¡Cómo no voy a admirar a un padre con esta sensibilidad del que aprendo todo el rato?
Bueno, pues aunque es viudo y está jubilado, tiene una agenda que ni el presidente Biden. Me dice que en vacaciones igual hace una escapadita solo y en moto a Dolomitas. Hace dos años se fue a Turquía 🙈. En casa somos moteros.
Y me acuerdo ahora que de niño, me hablaba del viaje a Ítaca de Kavafis y de mitología griega. Así que mucho de lo que hoy estoy siendo, es gracias a sus historias inspiradoras y al viaje de su propia vida, que es el viaje a Ítaca de mi héroe. Gracias jefe. Con muchas ganas de verte.
Disfruta del día