Hoy os quería hablar del coaching. Esa profesión tan controvertida que está tan de moda. Todo el mundo conoce algún coach, porque cualquiera es coach. Hay coaches para todo. Hay mucho ruido, mucha gente que se dedica a esto de forma muy vocacional. Es difícil dar con ellos y encontrarlos porque hay mucho ruido, pero los hay. También, hay gente que ha visto en esto, una oportunidad de hacer dinero, de lucrarse. Como todas las profesiones, el tiempo irá ordenando e irá colocando las cosas: lo bueno quedará y lo malo desaparecerá, pero…
¿Qué es el Coaching?
El coaching ontológico, mi especialidad
Yo os quería hablar en concreto del coaching ontológico que es la especialidad de coaching que yo conozco mejor y que yo practico. Creo que es una de las más reconocidas a nivel internacional, cuando menos de las más conocidas.
Hay muchas disciplinas de coaching. Voy a ofrecer una definición un tanto teórica y luego os voy a contar un ejemplo de mi vida tiene que ver conmigo, de como yo llego al coaching. Quizás desde ahí, desde esos dos lugares, se puede poner un poco de luz a la confusión, a la oscuridad, al ruido que hay.
El coaching es un arte
El coaching es un arte, ante todo. Yo digo que no es una ciencia, al menos, de momento. Como todo arte es difícil de explicar o de explicar su definición, así como de explicar sus beneficios. Sucede igual con la música. En concreto es un proceso de aprendizaje, por el cual una persona a la que llamamos coachee manifiesta un problema de vida, una dificultad de aprendizaje, algo que no sabe resolver solo o sola.
Un espacio de conversación donde encontrar el crecimiento personal
Se pone en manos de un coach. Comparte esta inquietud y, siempre en un marco ético y en un marco de confidencialidad absoluta en la que, además, debe de reinar una empatía recíproca entre coach y coachee.
El coach debe ser capaz de generar un espacio de conversación. Si es eficaz, el coachee logrará que, esa dificultad que traía, se disuelva como un azucarillo en el café. Una sensación un tanto mágica, pero sin truco, muy reveladora. Es una experiencia de crecimiento personal. Uno siente liviandad. Siente que crece como ser humano, como persona.
Mi experiencia con el coaching
En mi experiencia personal, os tengo que decir que yo era muy descreído del coaching. Yo era un emprendedor. Estaba en mis empresas, con mis socios. En un momento de mi vida, decido resolver algo que llevaba muchos años preguntándome qué es: ¿cuál era mi vocación? ¿Cuál era la profesión para la cual yo estaba hecho? Porque veía personas que estaban en sus profesiones felices y yo bueno siempre tenía una sensación de insatisfacción.
Contraté a un coach. Me puse en manos de un coach y estuve un año con él. Sin embargo, fijaros que, a los 3 meses, enseguida descubrí, primero, lo que era encontrarse con el crecimiento personal de frente. Para mí, fue impactante el ver que había una forma de aprender nueva, que no conocía.
El coaching: mi nueva vocación
En segundo lugar, descubrí que lo que ese señor hacía conmigo, era lo que yo quería hacer el resto de mi vida. Estaba encontrando mi vocación. Hicimos un proceso para validar esa presumible vocación. Así, se pudo confirmar y después de aquello me puse en manos de lo que hay que ponerse, que es de adquirir los conocimientos, las técnicas y las certificaciones. Las titulitis que son necesarias para asentar bien los conocimientos y poderse dedicar uno a ello.
Un viaje hacia al autoconocimiento
Visualizo lo que supone el coaching como si nos imaginásemos que en nuestra mente hubiera compartimentos, salas, estancias: unas iluminadas, otras no tanto, unas muy oscuras, unas con interruptores, otras sin interruptores, unas conocidas, otras absolutamente desconocidas.
El coaching creo que es un vehículo perfecto para poder transitar por todos esos espacios y, de alguna forma, ir poniendo luz uno mismo a esas estancias. Poder surcar esos mares, poder viajar por ellas, siempre en un espacio protegido, bien guiado. Poder regresar bien, salir de ahí bien. Para, al final, sentir que cuando uno va surcando todos esos mares, va encontrándose con lo que supone crecer como ser humano. Va encontrándose con lo que yo creo que tiene que ver con la sabiduría, con el ganar en autenticidad para con uno mismo, en autoconocimiento y por lo tanto poderse desplegar en el mundo con una mayor sensación de empoderamiento, de claridad, de solvencia, de solidez, felicidad, plenitud, …
El coaching y el amor
Y eso os cuento del coaching. Para mí, el coaching tiene mucho que ver con el amor, pero esto es otra historia. En el mundo de la empresa no conviene decirlo mucho porque se asustan. El coaching tiene mucho que ver con lo humano, con el amor hacia lo humano.
Espero haber puesto un poquito de luz a tanta confusión, tanta oscuridad y tanta zona ciega que hay alrededor del coaching. Otro día os hablaré de cómo elegir un coach.
Que tengáis un magnífico día, disfrutar mucho del día, de la semana y de la vida que para eso está, para disfrutarla.